Toque en Corto
¿Existe el amor por la playera en Femenil?
El amor a la playera es un término romántico dentro del futbol y otras disciplinas que define la fidelidad, respeto y amor por un equipo, lo cual, toda institución y aficionado merece de sus ídolos, de los jugadores que representan a su club. Y como todo en la vida, existen esas sanas excepciones, mismas que van más allá del cariño, porque del cariño no se come ¿o sí?
Es un hecho que las redes sociales suelen ser un espacio tóxico donde los usuarios hablan, en muchas ocasiones, desde el desconocimiento, y lo digo porque he visto un sinfín de comentarios sobre jugadoras que salieron de un equipo para irse a otro en este mercado de invierno. Específicamente las jugadoras de Chivas que salieron de esa institución para reforzar a los equipos del norte y a Pachuca.
Comentarios como: “ya solo les importa el dinero”, “ya no hay amor a la playera”, “se volvieron mercenarias, como en el futbol varonil”, entre otros del tipo. Lo que hay que leer. En el actual futbol femenil en México es simplemente imposible el amor eterno a una playera porque, como decía anteriormente, del puro amor no se subsiste. Las futbolistas están emigrando a los clubes donde encuentran mejores condiciones deportivas y económicas, eso es un buen síntoma.
El tema es sencillo: Rayadas y Tigres están acaparando a las mejores futbolistas porque están ofreciendo mejores condiciones. ¿Tú vas a seguir en un trabajo donde te pagan 10 mil pesos al mes cuando, en otro lugar te ofrecen cuatro veces más y expectativas de crecimiento, por amor a la camiseta? Viendo desde nuestros zapatos ya cambia la cosa, ¿no?
Así se vive en este momento en la Liga MX Femenil: al resto de los equipos no les está alcanzando ante los altos estándares que manejan los equipos regios y mientras a los dueños no les interese pagar mejores sueldos para igualar, por lo menos, a estas plantillas, seguirán repitiéndose una y otra vez finales regias y las ídolas de los equipos seguirán reforzando a Rayadas y Tigres.
El amor a la playera en la Liga Femenil no puede ni debe existir. Es un tema de superación. De supervivencia. El mejor sueldo en la Liga Femenil no está aún ni cerca del salario de un futbolista hombre. Las jugadoras tienen todo el derecho a encontrar mejores condiciones para desarrollarse, vivir y jugar futbol.
La sanísima excepción de la fidelidad está en el balompié de mujeres, y es de celebrarse porque es sinónimo de progreso.
