

La Mano Santa del Básquetbol Mexicano
Por: Mariana Gómez
El ex basquetbolista, Arturo Guerrero, es uno de los deportistas que marcó un antes y un después dentro de la historia del basquetbol. Sus dotes para el deporte, altura y habilidad con el balón le valieron el apodo de “Mano Santa”.
A los diez años, ya competía a nivel nacional con la escuadra representante de Guanajuato, pero el descubrimiento de su verdadero potencial se dio cuando incursionó en el nivel universitario. En su primer juego anotó 52 puntos, hecho que siempre quedará guardado en la memoria de aquellos que lo vieron. Su actuación en aquel juego llamó la atención del entrenador Carlos Quintanar, quien lo llamó para participar en los Juegos Olímpicos de 1968.
Antes de la justa Olímpica, Arturo, ya formaba parte del seleccionado nacional, equipo con el que participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe México 66, los Juegos Panamericanos del 67 y el Mundial en Uruguay ese mismo año.
En los Juegos del 68, “Mano Santa” tuvo una excelente participación ya que colaboró en 8 encuentros en los que promedió 14 puntos, acto que lo llevo a estar entre los mejores 10 anotadores del certamen, pero después de perder contra Brasil no lograron clasificar al Final Four.
Como profesional, Arturo, fue campeón en las temporadas 70-71 y 72-73 con el equipo de sus amores, los Lechugueros de León, en el ya extinto Circuito Mexicano de Basquetbol.
Su gran capacidad para dominar el balón y su palmarés lo colocaron como el mejor basquetbolista mexicano, lo que llamo la atención de distintos equipos de la NBA, quienes en repetidas ocasiones le ofrecieron jugar, mismas a las que “Mano Santa” se negó. Los Rockets de San Diego en el 70, los Cleveland Cavaliers en el 71, los Lakers, los Knicks y en el 79 los San Antonio Spurs.
Arturo Guerrero participó en otra justa Olímpica el año de 1976, donde destacó por ser el mejor anotador con 27 tantos por juego.
Durante muchos años, su historial deportivo lo colocó como unos de los cinco deportistas más importantes que México ha dado al mundo. Sin duda alguna fue un jugador que dio un gran prestigio al basquetbol mexicano. Gracias a su talento y sencillez, su nombre seguirá siendo sinónimo de leyenda.