

Hágala en el Tiempo
Novatada “Chiva por un día”
Les contaba en una plática pasada que, al llegar a Roma con aquellas Chivas de 1994 llamadas las “Súper Chivas”, para mí todo era una nueva experiencia a mis 22 años. Se trataba de mi primera cobertura internacional y mi primer viaje a Europa, además, era el único periodista de México que viajaba en esa gira a Italia del equipo que más había llamado la atención por todas esas contrataciones bomba del momento. Sumado a esto, viajaba como parte de la delegación.
Obviamente, como todo me era novedad, no quedaba más que decir que si todo en cuanto a la logística del equipo. Fui asignado a la habitación junto a Gilberto “Coco” Rodríguez, arquero de Chivas en los años 68 al 70 y que tuvo a Ignacio Calderón como el titular, por lo que estuvo jugando poco en el rebaño, pero iba de invitado especial por Alberto Guerra.
En el primer día, al despertar al llamado del desayuno en Roma, el preparador físico, Fernando Alarcón, tocó a la habitación como lo hacía con todo el equipo y me entregó un juego de pants y playera polo oficial con el escudo de Chivas y me dijo que debía de ponérmelo como requisito de la delegación para bajar a desayunar, sabiendo mi simpatía por el Atlas. Pero era nuevo, no pensé negarme y por el contrario me sentí halagado que pensaran en mi para darme ropa oficial del equipo. Pero, todo era una “novatada “, la primera del viaje.
No me quedó más que cumplir las indicaciones y bajar al comedor para el desayuno. No niego que, al estarme vistiendo con esos colores, pensaba ¿pero si yo no soy futbolista, porque me la debo poner? sin embargo, no quise arriesgarme a un regaño o algo y bajé un poco incómodo al desayuno.
Al entrar al salón comedor y verme el grupo de jugadores vestido de Chivas, como ellos, no faltaron las carcajadas y “carrilla” con preguntas de ¿a poco vas a jugar, pues no que muy del Atlas? Situación que hizo el momento aún más incómodo, pero por dentro aceptaba la broma con diversión.
No terminó solo ahí, inmediatamente al término del desayuno había que subir al autobús para hacer un recorrido turístico por Roma, cosa que no me quería perder y no me quedó de otra que irme vestido así, quedando evidencia fotográfica junto a Ramón Ramírez, Daniel Guzmán, Misael Espinoza, Carlos Turrubiates, “Chepo” de la Torre y algunos más en el Coliseo Romano.
Al término del día no dudé en quitarme esa playera de concentración que nunca más volví a usar y, para el resto del viaje, mi maleta tuvo la ropa correcta para un joven reportero que cubría la gira del equipo más importante de México por tierras italianas. Las crónicas de radio darían de que hablar, pero eso lo cuento en una próxima entrega.
¡Háganla, señores, jueguen!