Martes Sin Glamour

El Gallo Tapado

Si hay algo que hace única a la lucha libre en México, es que, literalmente, de la nada puede hacer que surja un personaje, que lo mismo puede volverse icónico que en una leyenda, gladiadores que llegaron por accidente a una arena o que su deporte de origen no tenía nada qué ver en lo que se convirtieron.

Para las nuevas generaciones tal vez este nombre y atuendo les resulte extraño, pero este luchador, El Gallo Tapado, fue uno de los personajes más exitosos de Valente Pérez, editor de la afamada revista “Lucha Libre” y también llamado el “Rey Midas” de la lucha, porque todo lo que tocó se convirtió en oro.

De tigre a gallo, este fue el segundo personaje de Rosalío Hernández, el verdadero nombre del Gallo Tapado, era hijo del luchador, Caballero Tigre, quién luchaba allá por los años 50; Rosalío usó el nombre de Caballero Tigre II por los años 60, pero no cuajaba, no era lo que él esperaba y más porque su señor padre estaba al borde del retiro y él quería hacer lo suyo, su propia historia, entonces fue a pedirle a Valente, en 1972, un personaje que lo hiciera destacar como luchador.

Después de una lluvia de ideas, Valente hizo la elección de manera curiosa: Rosalío sería EL GALLO TAPADO, su equipo sería de color rosa y en su máscara destacarían vivos en negro como el espolón de un gallo. Rosalío le comentó que años antes había incursionado en el box y peleado en la categoría de peso gallo, y por ese tiempo se estaban preparando las elecciones presidenciales. Valente, al ver el partido de su predilección, dijo ¡Ese es mi Gallo! y agregó lo de Tapado también con referencia a la campaña electoral que se avecinaba.

El Gallo Tapado debutó en la Arena Cuatro Caminos, ubicada a un lado de lo que fue el Toreo de 4 Caminos, el gran palacio de la lucha en la época de los 70s, el sábado 23 de enero de 1973, ganándole a Beduino. Más de un año después, el 21 de septiembre de 1974, se presentó en la Arena Pista Revolución acompañado de Blue Demon Sr para enfrentar al japonés Goro Tanaka y Pedro “El Perro” Aguayo.

Además de haber sido un excelente luchador, El Gallo tiene el grado de Sargento Primero del Ejército Mexicano, es nacido en Pachuca, pero creció en la colonia Ex hipódromo de Peralvillo. Fue en 1975 cuando su carrera se fue al estrellato, en ese año, junto con As Charro, desenmascararon a Sangre Fría (Román Zacarías) y Chicano Power (Juan José Ávila).

Sus movimientos semejando a un gallo de pelea le daban esa personalidad que pocos se atrevían, los colores causaban extrañeza en sus inicios, pues para la época no era bien visto por el machismo tan arraigado de que un varón usara el color rosado, saltaba y aleteaba cuando entraba al ring para deleite de los aficionados. Apostó su máscara en 9 ocasiones, siendo el viernes 8 de marzo 1991 en la Arena México donde le entregaría su más preciado tesoro al “Mosco de la Merced”, Fuerza Guerrera. Ya sin la máscara, el personaje fue a la baja, hasta que finalmente llegó el retiro.

Su tradición continua con dos generaciones más, ahora con El Gallo Tapado Jr., su hijo, y  El Hijo del Gallo Tapado Jr., su nieto.

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