Martes Sin Glamour

El Ángel del cuadrilátero.

El nombre de un luchador es, sin duda, la primera identidad de aquel que quiere figurar en el pancracio y busca que, con este, la afición se identifique y lo haga su ídolo. En segundo lugar, está la indumentaria, anteriormente, los luchadores eran muy sobrios en sus equipos para luchar, colores neutros con diseños discretos para sus personajes, pero al paso de los años, la lucha como su imagen, ha evolucionado drásticamente, tanto que hoy hay infinidad de diseños, colores y texturas con las que un solo luchador se llega a identificar.

Uno de los nombres más utilizados en los personajes de la lucha es el del “Ángel”, los ha habido de todo tipo; blancos, negros, azules, dorados, de hierro, del bien, del mal, en fin, son más de 50 variantes de “Ángeles” que tiene la lucha libre mexicana.

Pero sin lugar a duda, el que cruzó la línea de los inmortales para convertirse en leyenda fue José Ángel Vargas Sánchez, mejor conocido como “El Ángel Blanco”, luchador nacido en Atoyac, Jalisco el 2 de agosto de 1936, que debutó y se hizo conocido como “El Ranchero Vargas”, pero tuvo otros nombres antes de popularizarse: “Cruz Diablo”, “El Gato Negro” y, finalmente, “El Ángel Blanco”, con el que alcanzó la gloria. Su debut con este personaje fue en Torreón, logrando una aceptación casi inmediata por su estilo de lucha, así como por su sombrío equipo todo de color blanco, con una máscara impecable que apenas resaltaba una especie de antifaz en forma de alas del mismo color.

Para los años 60 su popularidad era muy notoria, fue con “El Solitario”, con el que formó una sensacional pareja. También se sabe que, en algunas ocasiones, llegó a reemplazar por cuestiones de lesión al “Dr. Wagner”, por su parecido en los equipos, así como el estilo de lucha y con quien estableció una amistad muy cercana, por extraño que parezca, la hermandad en la lucha libre existe más de lo que el aficionado puede imaginar. El “Ángel Blanco” formó junto a “Wagner” y el “Enfermero” la popular “Ola Blanca”, una tercia técnica que llenaba las arenas. “El Solitario” al verse desplazado, y por no querer abandonar la causa ruda, le declaró la guerra a su mejor amigo y compadre en la vida real, pero en el encordado no, tanto que el 8 de diciembre de 1972, en la Arena México se enfrentaron Máscara vs Máscara el “Ángel Blanco” contra “El Solitario”, siendo el del antifaz negro con máscara dorada, el que se llevó tan preciado trofeo.

Esto no impidió que su amistad fuera de las arenas siguiera en pie, ambos siendo compadres se juraron que cuando uno falleciera, el otro vendría por él. Fue entonces que la promesa que se hicieron pronto cobró realidad, pues a causa de un paro cardiaco, el 6 de abril de 1986, “El Solitario” se adelantó en el camino. Vargas le contó a su esposa que había soñado a su compadre días después de su fallecimiento, y que este vino a jalarle los pies. Esta anécdota también se la contó a sus compañeros “Dr. Wagner”, “Jungla Negra”, “Mano Negra” y “Solar I” de regresó a Monterrey, luego de trabajar en un espectáculo en Nuevo Laredo, Tamaulipas, el auto en el que viajaban era conducido por “Wagner” y este sufrió un aparatoso accidente, siendo “El Ángel Blanco” el único fallecido en el percance, el 26 de abril de 1986, justo 20 días después de la muerte de su compadre y amigo, “El Solitario”.

“Wagner” padre, quedó postrado en una silla de ruedas que lo obligó al retiro, los otros luchadores salieron solo con lesiones leves. El personaje del “Ángel Blanco” ha sido utilizado por 3 familiares; el primero, que es el que mejor lo ha representado y por más tiempo en activo, fue el esposo de una de sus hijas, pero al divorciarse de ella, perdió el derecho de portarlo, “Ángel Blanco primero” y “Ángel Blanco segundo”, hijos legítimos, han usado el nombre, pero ninguno ha podido emular la calidad y el carisma de su señor padre.

Un luchador que fue un ícono y murió creando una escalofriante leyenda.

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