

La trágica historia del túnel 29
Por: Eduardo Gómez
Sabías qué…
El Clásico Capitalino es uno de los partidos con mayor pasión dentro del futbol mexicano, sin embargo, cuenta con un capitulo obscuro en su historia. El 26 de mayo de 1985 es recordado como uno de los días más tristes del deporte en nuestro país.
Aquella tarde, estaba por disputarse la final de vuelta de la temporada 84/85 entre los Pumas y el América en el Estadio Olímpico Universitario. Minutos antes de que comenzara el partido, el sobrecupo del inmueble era evidente a pesar de que la organización había declarado que no se vendieron boletos de más. Lo peor, es que afuera del estadio aún había miles de personas queriendo ingresar para ver el juego, algunos con entradas falsificadas.
La desesperación por presenciar el encuentro, llevó a los aficionados a brincar bardas para colarse al inmueble y ante el temor de que las cosas se salieran de control, la policía decidió clausurar los accesos.
La multitud forzó las entradas y estas terminaron por ceder. Lo terrible sucedió en el túnel 29, donde cientos de personas se lanzaron a través de un corredor con la esperanza de poder ver el partido, sin embargo, una segunda puerta con barrotes de acero les cerró el paso. Al percatarse de esto, las personas intentaron regresar a la entrada del túnel, pero era imposible. El caos se apoderó de la situación.
Poco a poco la multitud comenzó a ceder para salir, pero sobre el cuerpo de algunos que yacían desmayados. Entre la falta de oxígeno y las agresiones que existieron dentro del túnel 29, fallecieron 8 personas, 3 de ellos menores de edad, más de 70 lesionados y 21 detenidos.
A pesar de aquel trágico suceso, el partido se llevó a cabo sin inconvenientes.
Para desgracia de los afectados, nunca se encontró ningún culpable directo y las autoridades dieron carpetazo a la investigación, dejando sin resolver la tragedia del túnel 29.