El mago del futbol

Zinedine Zidane, nacido en Marsella el 23 de junio de 1972, es uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Elegancia, clase y efectividad son las palabras lo describen a la perfección.

Zizou debutó a los 17 años con el Cannes, donde jugó de 1989 hasta la temporada 1991/92 cuando fue traspasado al Girondins de Burdeos. Para 1996 daría el salto a uno de los equipos más grandes de Italia: la Juventus de Turín, donde permaneció cinco temporadas compartiendo vestidor con jugadores como Del Piero, Vieri, Inzaghi, Davis, entre otros más, que impulsaron a Zidane a desarrollar aún más su talento.

El nivel mostrado tanto en club, como en selección le valieron un puesto entre los elegidos para disputar la Copa del Mundo Francia 98, donde en la final marcó dos goles que ayudaron a que los Galos se coronaran por primera vez en su historia como campeones del Mundo. Aquel año, fue uno de los más importantes en la carrera de Zizou, pues tras la final del Mundial su rostro fue proyectado en uno de los monumentos más importantes de Francia: El Arco del Triunfo. Además, recibió el Balón de Oro y el FIFA World Player.

Con Zidane es un nivel impresionante, el Real Madrid no dudo en ir por él, y el 10 de julio de 2001 fue presentado con la camiseta del cuadro Merengue portando el dorsal número 5. Se comenzaba a gestar la leyenda de “Los Galácticos”.

Con el club español consiguió una Liga, dos Supercopas de España, una Champions League, una Supercopa de Europa y un Copa Intercontinental, consiguiendo de manera individual un FIFA World Player y un UEFA Club Player of the Year.

Durante su quinta temporada con el conjunto madridista, anunció su retirada del futbol profesional al concluir el Mundial de Alemania 2006.

El 7 de mayo de 2006, Zinedine jugó su último partido en el majestuoso Santiago Bernabéu, en el partido correspondiente a la fecha 37 de La Liga frente al Villarreal. El partido terminó 3-3 y el francés anotó el segundo gol para su equipo. Con grandes homenajes por parte del club, de sus compañeros y de los aficionados, Zidane se despedía del Real Madrid y finalmente intercambiaría la camiseta de aquel partido con el enorme Juan Román Riquelme.

Entonces, solo quedaba un último reto antes de su despedida definitiva: la Copa del Mundo .

Con un futbol que fue mejorando durante el desarrollo del torneo, la selección francesa se clasificó a la final, donde se midieron ante Italia en uno de los partidos más recordados en la historia de los Mundiales. A los 7 minutos, Zizou tiró un penal a lo “Panenka”, en un escenario donde hay que tener los nervios de acero y ante uno de los mejores porteros del mundo, Gianluigi Buffon. Afortunadamente para todos los franceses, el balón entró por completo a la portería y se adelantaron en el marcador. Sin embargo, 12 minutos después Materazzi le daba el empate a los italianos y el partido se mantendría así hasta el final de los 90 minutos reglamentarios, lo que obligó a la prórroga. A los 5 minutos del segundo tiempo extra, tras una serie de insultos, Zidane le metió un cabezazo en el pecho a Materazzi, que le valió la roja directa. Y de esta polémica forma es como uno de los más grandes futbolistas que se han visto, decía adiós al futbol y la Copa del Mundo que a la postre terminaría perdiendo Francia en tanda de penaltis.

Zinedine Zidane tiene un lugar muy especial en la historia del futbol, es recordado como un genio dentro del terreno de juego, un ídolo de multitudes y un ganador. Es de aquellos jugadores que a pesar del tiempo serán eternos. ¡Enorme, Zizou!

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