

Grandeza y humildad
Sadio Mané es un futbolista nacido en Sédhiou, una aldea asentada a orillas del Río Casamanza, en Senegal. Cuando tenía 15 años, su tío lo llevó para probar suerte como futbolista a Dakar, la capital senegalesa en donde fue admitido rápidamente. Cuando ingresó a la escuela de futbol de la región demostró un altísimo nivel de juego lo cual lo llevo a dar un salto al Metz francés. La carrera de Mané fue en ascendencia a partir de ese momento, primero ficho por el Salzburgo, siguió su camino por el Southampton para finalmente instalarse en el equipo de Liverpool.
El senegalés es un gran benefactor de su ciudad natal, aportó una fuerte cantidad de dinero para la construcción de un hospital y una escuela. Asimismo, el delantero se caracteriza por su sencillo estilo de vida y la sencillez humana que le acompaña, pues no hace mucho fue captado limpiando los baños de la mezquita donde acude a rezar en Liverpool.
Se dice que también apoya de manera económica a las personas de su ciudad natal con 70 euros al mes, proporciona ropa, zapatos y alimentos para contribuir a la economía familiar de la zona.
Además de las contribuciones económicas, Mané es parte de una campaña de la fundación de Liverpool con la que se busca generar conciencia sobre el VIH en Malawi, el programa busca combatir esta enfermedad por medio de la educación y de esta manera ayudar a que los jóvenes se protejan.